Cuenta la leyenda, que una vez más,
tras la lucha, volvió a salir el sol,
las estrellas aplaudieron entusiasmadas
mientras, suavemente,
se retiraban y escondian bajo las colinas.
La luna, malherida, se alejaba llorosa
con el orgullo herido tras su nueva derrota
y dolida por la admiración que sentía,
por aquel cuya luz reflejaba.
ech
jueves, enero 18, 2007
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